miércoles, 8 de diciembre de 2010

H. D. THOREAU: Desobediencia civil y otros escritos, Alianza, 2005


Pocos autores me han transmitido nunca tanta autenticidad como Henry David Thoreau. Lo descubrí, gracias a Ramiro Pinilla, en su magistral Walden o la vida en los bosques, y de la mano me trajo, además de una lectura inolvidable, la gran amistad de Antonio Lastra, su traductor y uno de los scholars más sinceros que ha dado nuestro país.

Más tarde llegué a esta verdadera "Biblia revolucionaria" que es Desobediencia civil. En ella se muestra, con un lenguaje del siglo XIX, la plasmación práctica de aquel dicho de San Agustín: "ama y haz lo que quieras", y también "si una ley no es justa no me obliga". En los cuatro textos reunidos aquí, Thoreau expresa, in crescendo, su voluntad de no dejar que un Estado, por la sola razón de tener más fuerza bruta, doblegue su conciencia. Conciencia que se enfrentaba en sus días a la encrucijada norteamericana que supuso la esclavitud. Cuantas veces, desde este rincón polvoriento de Europa, olvidamos las luchas que hombres y mujeres americanos (cristianos en muchos casos) han librado en pos de la libertad, de la justicia, del Reino de Dios en suma. Leer a Thoreau con atención puede curarnos de ese antiamericanismo tan rancio que muchas veces asoma en nuestras conversaciones, sin dejar, por ello, de cultivar una conciencia crítica, una lengua valiente y un cuerpo dispuesto a padecer las acciones de las mismas.

Realmente creo que ningún cristiano de nuestro tiempo debe perder la oportunidad de encontrarse con el cuestionamiento radical que Thoreau puede ofrecerle. Este brevísimo libro puede zarandearle, él solo, como mil libros de autoayuda juntos.

Juan Diego González,
C. Amén.