viernes, 30 de noviembre de 2007

Encuesta

Parece que entre los visitantes de este blog la idea de construir una nueva catedral en Huelva no tiene mucho éxito, aunque realmente el número de votos ha sido muy escaso. Que este tema vaya tomando cuerpo entre el pueblo de Huelva y se abra un debate sobre el sí, el no o el cómo, o que se desinfle y pase de largo es algo que solo el tiempo nos dirá.

Por mi parte pienso que no es lo mismo plantearnos el tema desde la preconcepción de catedral de la Edad Media, veáse Toledo:




que desde una opción pastoral moderna, es decir, construir un nuevo símbolo para la Iglesia de Huelva que a la vez sea un recurso importante en cuanto a espacio y versatilidad en el uso, veáse (con menos pretensiones en nuestro caso), Brasilia:

Juan Diego González, Amén.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Pilares de la Comunidad Amén (VI)


7. LOS CARISMAS PEQUEÑOS.
“Ya que cada uno ha recibido algún don espiritual, úsenlo para el bien de los demás, para que produzcan frutos las diferentes gracias que Dios repartió entre ustedes.” 1Pe 4, 10-11.

“En San Pablo, carisma significa un don, un talento que apunta en una dirección y que busca el objetivo de la gracia de Dios”[1].

Esta Comunidad entiende que no está llamada a ser un grupo de cristianos reunidos en torno a un mismo carisma, si no que su parecerse a las comunidades de los apóstoles pasa por permitir que en ella se desarrollen los distintos dones y carismas que el Espíritu suscite entre sus miembros. Es decir, más a la manera de una comunidad parroquial, que como una orden religiosa.

Desde el principio de esta Comunidad, vimos que era bueno distribuir a los miembros en diferentes servicios, no solo por organización, sino también para que cada miembro desde su servicio ponga delante del resto los dones que ha recibido del Espíritu. No nos ha resultado fácil hasta ahora, hacer coincidir los distintos carismas con los distintos servicios, aunque esta sería la situación ideal, aquella en la que cada uno ha descubierto su carisma y lo ofrece a la Comunidad conscientemente, respondiéndole esta con su aceptación y confianza.

De entre todos estos dones, la Comunidad tiene especial interés en reconocer y aprovechar aquel que ayuda a que todos los demás puedan ser. A este carisma le llamamos autoridad, y sabemos que no implica una situación de poder, si no más bien que aquel que lo posee, estará especialmente llamado a la humildad y al servicio (en el espíritu de aquel dicho de San Agustín “Para vosotros soy obispo, con vosotros cristiano”). Sabemos que no es estática la presencia del Espíritu en nosotros, y que por tanto esa capacidad para armonizar todos los dones, en la edificación de la “casa común”, no habita en uno solo y para siempre, antes bien va apareciendo en todos con el paso del tiempo. No obstante, parece claro que lo ideal es identificar a quién posee con mayor fuerza el carisma de la autoridad y darle confianza para que lo ejerza en beneficio de todos. Nosotros llamamos a esta persona el animador-coordinador de la Comunidad.
Sin tener menos importancia, existen otros carismas que también conviene saber reconocer en la Comunidad, como pueden ser el de aquel que tiene una especial capacidad para promover la oración, para ser profeta dentro de la Comunidad, para cuidar los pequeños detalles que hacen a todos la vida más agradable. Nosotros hemos procurado dar a cada uno una responsabilidad para ir viendo en que manera se van expresando los distintos dones, y para garantizar que todas las áreas importantes están cuidadas. Hasta hoy hemos tenido encargados de la oración, de la administración y secretario, además del coordinador.

Para concluir este punto, queremos reforzar la idea de que los carismas son regalos, dones que el Espíritu suscita para el beneficio común (“El Espíritu suscita por doquier explosiones de evangelio”[2]). Su ejercicio no depende del reconocimiento expreso de la Comunidad, pues son, por si mismos, irradiación del Espíritu. Sin embargo la apertura confiada de la Comunidad a su influjo, incrementa su fecundidad y eficacia, por lo que es conveniente al máximo que esta reconozca y aliente su existencia.

[1] Yves Congar. Sobre el Espíritu Santo. París, 1983.
[2] Y. Congar. op. cit.

viernes, 23 de noviembre de 2007

J. AUER. El Evangelio de la gracia.Ed. Herder


Si el título resulta muy interesante eso de "Curso de Teología Dogmática" puede echar un poco para atrás. Desde mi punto de vista es un texto bien escrito en cuanto al estilo, y con una presentación breve y ordenada de las cuestiones relacionadas con un tema tan importante y a la vez tan inusitado en estos tiempos como la gracia. Entender algo más sobre la salvación que Jesús nos ofrece en nombre del Padre es suficiente motivo para vencer las dificultades que tiene el lenguaje teológico para los que no somos especialistas. Ser capaces de dialogar criticamente con la sociedad en la que vivimos desde lo especificamente cristiano (que no es solamente de orden moral sino escatológico), es con toda seguridad el mejor beneficio que nos aporta este libro, que recomiendo a todos (aunque aprovechemos el 10% nuestro entendimiento irá aumentando).

Juan Diego González, Amén.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Día del Apostolado Seglar




Como viene siendo tradición celebramos este Sábado el Día del Apostolado Seglar, que en Huelva se celebra en la festividad de Cristo Rey en vez de hacerlo el día de Pentecostés que es la fecha habitual en el resto de España.


Descubrir la importancia de lo que celebraremos (en el Seminario Diocesano a las 10:00) tiene mucha mayor importancia de lo que parece. No solo es tomar conciencia de que somos, y hemos de seguir siendo, apóstoles, sino de que formamos parte de un cuerpo eclesial que todo él es apostólico en su fundación y en su misión. Anuncio e Iglesia son dos palabras que no están de moda pero sin las que carecen de sentido muchas de las cosas que hacemos. De su ausencia o debilidad en nuestras conciencias y en nuestros corazones puede que vengan muchas de las tristezas y de las desesperanzas que desgraciadamente vemos a menudo entre los cristianos de hoy.

sábado, 17 de noviembre de 2007

YVES CONGAR, OP. Diario de un teólogo. Trotta, 2005.



Magnífico cuadro de la Iglesia de mediados del siglo XX esta obra es además una oportunidad para conocer a un gran cristiano, uno de los teólogos católicos más importantes del pasado siglo. Un estudio a fondo sobre esta obra podéis verlo en

jueves, 15 de noviembre de 2007

Movimiento Diocesano de Comunidades Juveniles



Hace más de un año que venimos trabajando en el Secretariado de Pastoral Juvenil-Vocacional de la Diócesis de Huelva. Nuestra tarea fundamental ha sido dar a luz un proyecto que por fin empieza a andar, un movimiento para jóvenes que permita dinamizar y coordinar los esfuerzos que en muchas parroquias se están haciendo para acompañar a los jóvenes en su camino cristiano.
Después de unos largos meses de trabajo en la configuración teórica del Movimiento por fín empezamos la formación de los que serán los animadores de los jóvenes. Para esto contamos con el nuevo Centro de Orientación Juvenil que será inaugurado pronto y que está en la C/Alonso Barba nº12, en un local que nos ha cedido generosamente la Parroquia de San Pedro.


Que sea lo que Dios quiera, y que este pequeño germen dé todo el fruto que los jóvenes de Huelva necesitan.


lunes, 5 de noviembre de 2007

Zaqueo y el éxito



Habitualmente hacemos referencia a la escasez numérica de cristianos en la sociedad actual. Nos pasamos el día organizando actividades e intentando desarrollar una acción pastoral efectiva y nos chocamos una y otra vez con que "somos muy pocos". Es cierto que esto no debe llevarnos al desaliento, que la abundancia de personas no es el único criterio para ver si estamos poniendo los talentos allí donde deben estar, en fin, que vernos pocos no es necesariamente malo. Hasta aquí de acuerdo. Es frecuente, sin embargo, que a continuación se caiga en la sospecha hacia todo aquello que es capaz de congregar alrededor de sí a un gran número de gentes, y no son pocos los cristianos de nuestro alrededor para los que "los grandes eventos" del Papa Juan Pablo II con los jóvenes, o la capacidad movilizadora del Camino Neocatecumenal, son menos "radicales" o "profundos" que nuestros actos debido a la multitud de gente que acude a ellos. Sería una cierta "demonización" del éxito en las convocatorias pastorales. En esta misma línea se podría hablar de lo "austeros" que seríamos nosotros frente a lo "barrocos" o "pijos" o "despilfarradores" que serían los otros (¿no será que nosotros somos menos creativos y generosos con las actividades que organizamos?).


Sobre este tema que me venía rondando ha arrojado una luz el evangelio del pasado Domingo. Zaqueo se encuentra con Jesús desde una vida construida sobre el pecado. Lo que le lleva a la higuera no es probablemente una enorme necesidad de conversión sino, más bien, la curiosidad ante lo que hacía una muchedumbre, ante el interés que la multitud tenía por lo que estaba pasando. En esa circunstancia Jesús irrumpe en su vida.


Dar la oportunidad para que Jesús llame puede ser una hermosa tarea para nosotros y creo que esto debe hacernos reflexionar sobre nuestra manera de anunciar el evangelio, algunas veces tan "humilde", y "austera" que solo mueve a los que ya están convencidos.




Juan Diego González,


Comunidad Amén.

jueves, 1 de noviembre de 2007

Pilares de la Comunidad Amén

6. FAMILIA.

“Vosotros seréis mi pueblo.” Ez 36, 28.

Esta Comunidad está formada en parte por familias y, también en parte, gracias a su vida cotidiana existe y se desarrolla. El compromiso que las familias tienen consigo mismas de ser fieles a Dios, que se expresa en el amor mutuo de la pareja y en el nacimiento y cuidado de los hijos por parte de los padres, es algo que da a la Comunidad esperanza de un futuro de fidelidad. Que una familia opte por ser fiel a Dios es una de las mejores expresiones del pueblo que reconoce tener a Dios por Rey.

Por todo esto, Amén valora a sus familias como un tesoro, y hace esfuerzos por cuidarlas y permitir que se desarrollen, ayudando a profundizar a las parejas en la vocación familiar que han recibido, pues entiende que sin ellas perdería una parte fundamental de su ser. Al igual que la Comunidad necesita espacios de intimidad para crecer buscando la voluntad de Dios, las familias también los necesitan, y es nuestra firme intención buscar esos espacios y respetarlos.

Cada familia está llamada a vivir dentro de si la radicalidad del mensaje evangélico, siendo germen de la familia universal, de la cual la Comunidad no es sino un primer paso. Es una responsabilidad especial de cada familia el conseguir aprovechar las oportunidades que la Comunidad le brinda, para crear este ambiente entre sus miembros, por ejemplo, en cuanto a la oración, que debería tener su comienzo en el núcleo familiar. Solo así podrán estos iluminar al resto de la Comunidad y junto con ella ser sal de la tierra (Mc 9, 50).

Dentro del vivir comunitario aquellos miembros que, por su opción o su circunstancia, no han formado una familia, tienen también una gran responsabilidad: cuidar y acompañar a las familias, siendo instancia crítica que las sacude y confronte, siendo un ejemplo para ellas de entrega, disponibilidad, oración y alegría.