Ya no me fío más. Después de la abundante aparición en los medios de la "condena" de la Congregación para la Doctrina de la Fe a Jon Sobrino, tengo la certeza de que estos medios no son el cauce adecuado para entender lo que de verdad pasa en la Iglesia y con la Iglesia. "El País", por ejemplo, ha difundido día y noche que se le impide enseñar al teólogo vasco-salvadoreño, y no es verdad. Invito a leer el documento de la CDF y a tener una opinión de primera mano sobre el tema. Aquí están las páginas del documento sobre Sobrino (para comparar está también la notificación sobre Robert Haight, al que sí se apartó de la docencia).
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20061126_notification-sobrino_sp.html
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_20041213_notification-fr-haight_sp.html
Sería muy bueno que aplicaramos a la información que recibimos sobre la Iglesia las mismas sospechas que llevamos años ejerciendo sobre la información social en los medios. Tristemente he comprobado que los mismos que me enseñaron a no fiarme de lo que la tele o los diarios decían de los pobres, la carcel, la asistencia sanitaria o social, etc... dan ahora por buena la versión "eclesial" de los medios sin dar mucho pié a la otra versión.
Esto no quita que para Jon Sobrino esta es una situación dolorosa y dificil. Espero que la gente que le quiere y él mismo sepan encontrar en este obstáculo una oportunidad para crecer. Me gustaría traer aquí el ejemplo de Y. Congar, que llegó a decir:
“ No se conoce el caso de hombres que han intentado responder verdaderamente a las llamadas de los hombres, que no hayan resultado sospechosos, expuestos a todo tipo de dificultades. Pero tampoco se conoce el caso de que, si han tenido el valor de mantenerse durante bastante tiempo haciendo sosegadamente un trabajo valioso, no hayan salido finalmente victoriosos y hasta tal vez, incluso, rehabilitados”. Sobre Congar:
www.latorredelvirrey.es/pdf/01/yves.congar.pdf
Juan Diego González.
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