sábado, 24 de enero de 2009

VARIOS AUTORES. Iglesia pobre, Iglesia misionera. Editorial ZYX, Madrid, 1966.




Iglesia pobre, Iglesia misionera es una obra colectiva, en la que participa nuestro admirado Yves Congar, de quien, como ya sabéis, andamos haciendo una relectura en este blog. Representa un esfuerzo humilde (visto con estos 42 años que nos separan de su publicación), pero cargado de esa confianza que nos lleva a los cristianos a buscar con ahínco en nuestra vida las raíces de la fe que experimentamos. En la Introducción ya afirman los autores que el cristianismo:

“… se verá obligado muchas veces a reafirmarse en sus más íntimas convicciones… Sin esa reafirmación en su fe, a menudo se verá tentado a buscar en la promulgación de los dogmas, de las leyes eclesiásticas, de las medidas disciplinares, en fin, de la multiplicación de edificios y actividades, esa especie de poderío que caracteriza a las grandes instituciones de este mundo.” (p. 6)

Si bien el tono del libro adolece de ese cierto optimismo posconciliar que daba por hecho que el verdadero núcleo del cristianismo estaba ahí, a la mano; que el mayor y más necesario esfuerzo era el que debía llevar al triunfo sobre el institucionalismo, sobre la “jerarcolatría” (como la llamó Congar), hay todavía, en mi opinión, una lectura provechosa de sus páginas. También de la pequeña contribución de Congar (Jalones para una reflexión sobre el misterio de los pobres), centrada en el aspecto bíblico de la pobreza:

“No se trata en todo esto de la pobreza como pura situación material. … El ideal no es carecer, sino ser libre respecto a la abundancia o la privación,… y sobre todo tener en su alma esta aptitud de espera y de deseo, de disponibilidad a la gracia, de desasimiento y de total y confiada dependencia que es la de los “Pobres de Yahvé”. (p. 104).

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